Siembras de Luna

Nuestra sangre menstrual es sangre de vida. Tiene células madres y es una gran medicina, tanto para nuestras pieles como para entregarla a la tierra para nutrirla. Llevamos siglos desconectadas de nuestra sangre, nuestros úteros, nuestra ciclicidad, nuestro poder. Por ello la tiramos a la basura, ya que no reconocemos todo el poder curativo y sanador que tiene. Entregarla a la tierra es una forma de sanar profundamente el dolor de la desconexión con la tierra, con nuestros cuerpos, con nuestro femenino y las memorias de abuso que hemos sufrido en la historia de la humanidad.

La tierra ya no quiere más sangre de guerra y muerte, quiere sangre de vida y se la ofrendamos en estos encuentros.

Ven solx o con tu familia, pareja, etc…